Salud Sexual y Adolescencia. Artículo completo. MU.

SALUD SEXUAL Y ADOLESCENCIA
PROMOCION DE SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA


INTRODUCCION
La sexualidad es proceso dinámico que se desarrolla durante toda la vida, un proceso que implica cambios corporales así como la interacción social que conduce a un equilibrio biopsicosocial.



Se acepta que la sexualidad empieza desde el momento del nacimiento, y queriendo ser estrictamente biológico, podemos comentar que incluso existen erecciones documentadas intra utero. En la temprana infancia, a la mayoría de los niños les resulta placentero el acariciar sus genitales inicialmente de manera distraída, pero ya sobre la edad de 2 ½ a 3 años lo hacen deliberadamente constituyendo además una primera aproximación a su sexualidad.

Este desarrollo es continuo y especialmente complejo, con muchas similitudes como diferencias entre ambos géneros y cargadas por factores externos que se constituyen quizás como los más relevantes; religión, estatus social, generación, etc. Es en este amplio contexto que los niños desarrollan su sexualidad con información a veces confusa y muchas veces mal contrastadas por sus educadores, sus padres y los medios de comunicación.


Puntos a desarrollar:

Promoción de salud reproductiva y sexual en la adolescencia.
¿Qué implica? 

Durante la adolescencia, existe un cambio integral en el organismo y en la esfera psicoemocional que comportan la compleja pubertad. En esta etapa muchos jóvenes informan del inicio de un comportamiento sexual dirigido, que puede culminar en relaciones sexuales.   



Muchos de estas conductas pueden ser potencialmente dañinas conduciendo a morbilidad e incluso mortalidad del individuo. Durante este período el número de visitas a médicos o servicios integrales de salud (en aquellos países donde existe este servicio) disminuye sobre todo en adolescentes varones de más edad permaneciendo o siendo más fácil la comunicación con las adolescentes mujeres. Así, incluso en sociedades con servicios orientados a la salud sexual de los jóvenes se recomienda una mayor comunicación con los adolescentes varones para el uso de protección para evitar ETS y embarazo no deseado pues las mujeres suelen tener vías de comunicación más amplias.


La promoción de salud reproductiva y sexual de los adolescentes no solo implica la prevención de enfermedades sexuales o el embarazo no deseado. La salud sexual y reproductiva se puede definir como “un estado de bienestar social, mental y psicológico y no solamente, la ausencia de enfermedad, disfunción o dolencia en todos los aspectos del sistema reproductivo y sus procesos”. La salud sexual también requiere un enfoque positivo y respetuoso hacia la sexualidad y las relaciones sexuales. Las personas deben ser capaces de tener experiencias placenteras y seguras con sexo libres de coerción, discriminación o violencia. Hombres y mujeres, tienen derecho a ser informados y tener acceso a métodos seguros, eficaces, asequibles y aceptables de planificación familiar de su elección y derecho de acceso a servicios de salud adecuados.


La promoción de la salud sexual estriba fundamentalmente en: “información” La información en materia de Salud Sexual y Reproductiva supone un reto para las sociedades en materia de sanidad pública pues implica una infraestructura organizada y una capacitación sistemática de las unidades o grupos que la conforman, para que estos sean capaces de difundir conceptos fundamentales a la comunidad diana. Además esta valiosa información, debe ser capaz de generar cambios en la población que repercutan favorablemente en la salud sexual.

Con este fin existen guías vigentes que proponen un modelo de INFORMACION, MOTIVACION y CONDUCTA (IMC) para ayudar  las personas a reducir los riesgos y evitar eventos negativos debido a sus acciones o conductas de índole sexual.
Este modelo IMC en los programas de educación sexual se basan en tres elementos: 
1.- La información: Es una ayuda individual que permite al individuo obtener y comprender la información relevante para la promoción de su salud sexual y que puede ser aplicada a la práctica.
2.- La motivación: motiva a las personas a utilizar los conocimientos adquiridos para evitar conductas de riesgo negativas y mantener prácticas y confidencias saludables consistentes
3.- Habilidades conductuales: ayuda a las personas a tomar actitudes específicas que contribuyan a disminuir los resultados negativos.

Este modelo es factible en la práctica y se utiliza para la promoción de salud de los jóvenes de los Estados Unidos de Norteamérica.

En general la sexualidad es un proceso dinámico, de manera que es crucial que existan medios accesibles para los padres como los primeros vectores de intervención en sus hijos. La calidad de la información debe ser por ende clara, precisa y sencilla, pues como sabemos existen muchos factores externos que pueden condicionar cambios de interpretación del tipo cultural o religioso.

Otros profesionales involucrados en las prestaciones de salud son los educadores que sin duda son un grupo de gran relevancia en la cadena de información para los adolescentes. Generalmente en los centros educativos existen programas específicos orientados a la Salud Sexual y Reproductiva, pero suelen ser programas específicos cronológicamente, para adolescentes de determinada edad, y no por programas continuos. Es decir, no existe una figura que represente para los adolescentes una fuente de información fidedigna y asequible para sus preguntas.

El personal sanitario, por su parte, juega un rol crucial en la jerarquización de los programas de promoción de Salud Sexual y Reproductiva. Probablemente sean los profesionales con mayor contacto con los adolescentes y aunque estos pueden ser puntuales y generalmente motivados por circunstancias específicas, el personal sanitario puede ser una fuentes más accesible y confiable para los adolescentes. El personal sanitario debe estar capacitado para indagar sobre la sexualidad de los adolescentes en función a la edad, y desarrollo biológico y psico emocional. Por otro lado debe ser receptivo para las dudas y mantenerse abierto para generar confianza en el adolescente.

En cualquier punto de la escala, es importante brindar consejos específicos para evitar embarazo no deseado, enfermedades de transmisión sexual y la violencia de género.

Sexualidad y adolescencia 

La sexualidad, como lo define la Organización Mundial de la Salud en 2002, es un aspecto central del curso de la vida humana y abarca el sexo, la identidad y los roles de genero, orientación sexual, intimidad y la reproducción. Aunque la sexualidad puede ser experimentada y/o expresada en pensamientos, fantasías, deseos, creencias, valores, comportamientos, roles y relaciones, no todas las dimensiones de la sexualidad se experimentan o se expresan. La sexualidad individual está influida por una variedad de factores, incluyendo factores biológicos, psicológicos, familiares, sociales, políticos, culturales, y los factores religiosos. Antes de la adolescencia, en la infancia temprana, los niños suelen ser curiosos y hacer preguntas sobre el sexo, las partes del cuerpo, las diferencias entre niños y niñas, y de dónde vienen los bebés. Sin embargo, no todos los padres hablan de sexo con sus hijos. En los Estados Unidos (EU), son mucho más frecuente que las madres hablen de sexo con sus hijos, aunque se sienten más cómodas haciéndolo con sus hijas que son sus hijos.


Un estudio reciente realizado con adolescentes del estado de California en EU, encontró que los adolescentes quienes mantenían una comunicación más fluida respecto con cuestiones relacionadas con el sexo con sus padres, tenían vínculos familiares más fuertes y se sentían mucho más dispuestos a conversar sobre estos tópicos con sus padres. Esta claro que los vínculos familiares y la normalidad con que se pueda abordar este tema en la familia, puede desentrañar algunas cuestiones confusas para los adolescentes que surgen de medios de comunicación y sus congéneres.


Los adolescentes deben ser alentados a hablar con la figura que represente un proveedor de salud en su comunidad, quizás en nuestro caso los médicos, pediatras y enfermeras que disponen de mejor fuente de información y quizás también por que los padres y los maestros pueden tener una figura punitiva para los adolescentes. Existe información contrastada que los adolescentes varones que recibieron instrucción sobre la prevención del SIDA y la educación sexual en la escuela eran más propensos a tener menos parejas sexuales, participar en un menor número de actos sexuales y usar condones de manera más consistente que los que no recibieron tal información. Sin embargo, los adolescentes deben comprender la potencial influencia negativa de los medios de comunicación e Internet, ya que los mensajes de salud sexual negativos de estas fuentes pueden conducir a conductas sexuales de riesgo.

Es importante recordar, que la sexualidad suele ir de la mano con valores familiares y colectivos, y que muchos jóvenes lejos de un enfoque sexual obtuso, comparten relaciones románticas con sus parejas, de manera que la sexualidad siempre se vive y se experimenta de a dos, y debería ser natural como positiva en su desarrollo.

Comportamiento sexual y sus consecuencias

La conducta sexual es una parte normal del desarrollo de los individuos. De acuerdo con la Vigilancia de Comportamiento de Riesgo Juvenil (Youth Risk Behavior Surveillance /YRBS) de EU, más de la mitad (59,6%) de los adolescentes varones en edad escolar informan que han tenido relaciones sexuales entre los 17 y los 18 años. Los datos de la Vigilancia Nacional de Crecimiento Familiar (National Survey of Family Growth /NSFG) de EU indican que dentro los varones de entre 15 y 19 años de edad quienes no habían tenido nunca sexo vaginal, una cuarta parte reporto participar de sexo oral o masturbación reciproca. Por otro lado los adolescentes varones reportan una edad más temprana para el debut sexual y tener más parejas sexuales respecto a las mujeres que son de por si factores de riesgo para tener ETS.


Un número considerable de hombres jóvenes también reportan involucrarse en comportamientos sexuales de alto riesgo. Los datos del 2009 de Vigilancia de Comportamiento de Riesgo Juvenil (YRBS) indican que entre los estudiantes de secundaria del sexo masculino, 25,9% informó el uso de alcohol o drogas antes de la última relación sexual, 16.2% reportó 4 o más parejas sexuales en su corta vida y el 8,4% informó haber iniciado las relaciones sexuales a los 13 años de edad o incluso más jóvenes. Del 2002 NSFG también mostró que entre los jóvenes de 15 a 19 años, el 28,6% informó que no utilizo el condón en su última relación sexual vaginal, 11.1% reportó participar en sexo anal con una pareja femenina, y el 5,6% informó tener relaciones sexuales con una prostituta o una persona infectada por el VIH.


Los datos sobre la atracción sexual del mismo sexo es limitada. En todo caso los datos se asumen infra estimados debido a que los adolescentes se suelen segregar de sus compañeros o no maduran su conducta sexual hasta ser un poco más mayores.




Embarazo y Enfermedad de Transmisión Sexual (ETS)

La participación en las conductas sexuales coloca a los jóvenes y sus parejas en riesgo de eventos negativos relacionados a su salud y embarazo no deseado. Aunque no existen datos específicos en nuestro medio, se puede extrapolar el de otros países desarrollados, donde los jóvenes adultos entre los 15 y 24 años representan una cuarta parte de la población sexualmente activa y se estima que la mitad de los casos de ETS ocurren en ese grupo etáreo. Las ETS más comunes son la Clamidia Trachomatis, la Gonorrea, la infección por el VPH, el VIH y la triconomiasis.


A nivel global en los países desarrollados existe una reducción en el número de nacimientos no deseados entre adolescentes. Aún así, en EU se estima que 1 de cada 20 adolescentes mujeres quedan embarazadas cada año; la mayoría de los embarazos siguen un curso natura con 57 % de nacimientos, 27 % sin abortos inducidos y un 16 % de pérdida fetal. La mayoría de los embarazos acontecen con una pareja que le lleva 2 o más años a la mujer.


Las consecuencias de los embarazos y las ETS en los adolescentes son amplias y constituyen un gran coste sanitario. Los varones por su parte pueden desarrollar orquiepididimitis y potencialmente infertilidad, las mujeres pueden desarrollar cuadros sistémicos agudos o crónicos que pueden ser letales, o pueden tener consecuencias negativas en su sistema reproductor volviéndolas infértiles.


Por otro lado, el embarazo no deseado tiene efectos negativos si no existe un entorno familiar de respaldo y muchas adolescentes ven truncadas además su proyecto de vida; escuela, universidad, carrera o trabajo.


PAPEL DEL PERSONAL SANITARIO

La promoción de salud reproductiva y sexual de los jóvenes debe ser individualizada sobre la base de las necesidades específicas de desarrollo bio psico social del adolescente. Para esto es necesario un personal capacitado en conceptos basados en el Hecho Sexual Humano y que sepa trasmitirlos adecuadamente desde su área de actuación. Probablemente el personal sanitario en su conjunto, sean de los profesionales con mayor capacidad de actuación, no solo por su gran presencia en varias áreas relacionadas a la atención de niños y adolescentes, sino por su estatus como profesionales frente a la comunidad, dándose por sentados, sus conocimientos sobre salud sexual 


Con este fin, la confianza y la construcción de una relación sólida también son elementos críticos en la entrevista con el adolescente que permitirá que el entrevistado se sienta cómodo independientemente del genero de su interlocutor.

La historia clínica es crucial y sigue las mismas reglas de la clínica habitual. La consejería sexual esta encaminada a romper mitos y tabúes comunes en la comunidad e informar de manera sencilla aspectos básicos sobre el Hecho Sexual Humano; la sexualidad libre, sin coacción, como segura y placentera. 


La entrevista puede decirse que nunca se da por concluida y siempre se debe estar expectante a nuevas dudas, resolución de problemas o nuevos consejos específicos.

Conclusión
La sexualidad es parte de nuestro desarrollo como individuos que se va gestando desde la temprana infancia con un punto de inflexión en la adolescencia, donde la curiosidad innata por el sexo puede culminar en una primera relación sexual y en conductas de riesgo que pueden suponer morbilidad y mortalidad importantes. Fuera de esta primera aproximación meramente preventiva, la Educación Sexual debe ofrecer una visión mucho más amplia sobre la sexualidad, que involucre, el encuentro, el amor, la tolerancia, el consentimiento y por su puesto una práctica erótica segura y placentera. 



Es imprescindible crear una estructura social encaminada a recepcionar adecuadamente las inquietudes de nuestros adolescentes siendo asequibles y permisivas y favoreciendo la comunicación y la información respecto a la salud reproductiva y sexual sin olvidar. 
MADRID UROLOGIA
Dr. Susaníbar 
Urología y Medicina Sexual

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Dr. Susaníbar

Especialistas con Certificación Internacional.
Urología, Sexología y Medicina Sexual.

Tratamiento quirúrgico de vanguardia.
Especialistas en Cirugía Mínimamente Invasiva, Endourología y Robótica.

Especialización en Urología en Fundación Jiménez Díaz
Universiad Autónoma de Madrid.
Master en Sexología: Universidad Camilo José Cella.

Fellowships: Chile. México. Brasil. USA. España.

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