Los Urólogos en nuestra vida
Urología General
La urología es la especialidad médico quirúrgica que se ocupa del estudio, diagnóstico y tratamiento de las patologías que afectan al aparato urinario, glándulas suprarrenales y retroperitoneo de ambos sexos, y el aparato reproductor masculino.
En este artículo te cuento algo sobre el aparato urinario y sus funciones.
¿De qué órganos se compone el tracto urinario?
El tracto urinario está compuesto por los 2 riñones y los 2 uréteres (tracto urinario superior) y la vejiga y la uretra (tracto urinario inferior). Los riñones son órganos con forma de frijol. Las glándulas suprarrenales son glándulas endocrinas que se encuentran en la parte superior de los riñones, producen hormonas y no pertenecen al tracto urinario. El ano y el recto, es decir, la parte terminal del intestino, se encuentran detrás de la vejiga. Otros órganos que bordean la vejiga relacionados con trastornos urinarios son los órganos del tracto genital. En los hombres, la glándula prostática rodea la uretra desde el punto en que la uretra se encuentra con la vejiga. Las vesículas seminales, que producen líquido seminal junto con la próstata, están adyacentes a la pared posterior de la vejiga y están tanto anatómica como funcionalmente muy cerca de la glándula prostática. En las mujeres, la vagina se encuentra detrás de la uretra y la vejiga.
Aparato urinario del varón. |
Aparato urinario de la mujer. |
Los órganos del tracto urinario llevan a cabo las siguientes funciones:
- Producen orina con la ayuda de los riñones, restaurando así el equilibrio corporal en agua y sustancias vitales para la regulación de la presión arterial y la producción de sangre (es decir, hematopoyesis).
- Contribuyen sustancialmente a la eliminación de desechos del organismo, principalmente de residuos proteicos que en su mayoría son compuestos nitrogenados.
- Transfieren activamente la orina hacia abajo a través de la pelvis, los riñones y los uréteres (túbulos delgados que terminan en la vejiga).
- Almacenan la orina en la vejiga.
- Descargan la orina fuera del cuerpo a través de la uretra por medio de la micción.
Anatomía de los riñones
Hay 2 riñones (derecho e izquierdo). Ambos son órganos en forma de frijol, de unos 11-12 cm de tamaño (casi el tamaño de nuestro puño). Están ubicados a la derecha e izquierda de la columna justo debajo de la cavidad torácica detrás del peritoneo y se asientan en la pared abdominal posterior. El riñón derecho está más bajo que el izquierdo. Los riñones están formados por el parénquima renal (tejido glandular que produce orina) y la pelvis (depósito que recoge la orina para ser impulsada hacia los uréteres).
Esquema de la anatomía del riñón. El riñón tiene una parte funcional que produce la orina y un sistema colector que la elimina hacia la vejiga. |
Funciones de los riñones
El riñón funciona como una glándula tubular compuesta que produce orina. El tracto urinario junto con los pulmones, la piel y el intestino elimina de nuestro organismo sustancias inútiles o dañinas en nuestra alimentación (desechos). Los riñones, en particular, descargan todos los desechos nocivos a través de la orina que producen.
Los riñones también contribuyen sustancialmente a una función vital llamada 'homeostasis', es decir, la regulación de los electrolitos y la presión arterial. Se encargan de la reabsorción de agua, glucosa y aminoácidos, siendo todas ellas sustancias imprescindibles para el buen funcionamiento de nuestro organismo.
Además, los riñones producen algunas hormonas importantes, como la renina (hormona que determina la presión arterial) y la eritropoyetina (hormona esencial para la producción de glóbulos rojos).
Anatomía de la vejiga y la uretra
La vejiga es un órgano muscular hueco en forma de globo. De hecho, es un reservorio adherido a la pelvis con ligamentos que están conectados con los músculos y huesos pélvicos. Estas estructuras musculares y ligamentosas componen el suelo pélvico (superficie o base pélvica inferior) sobre el que se 'asientan' otros órganos, como la vejiga, la próstata (en los hombres), el intestino y el útero (en las mujeres). Esa es la razón por la que juega un papel tan crucial en la retención urinaria (control de la micción). La retención urinaria está asegurada por el suelo pélvico y un haz de músculos orbiculares, que componen el esfínter que nos ayuda a controlar cualquier posible pérdida de orina (incontinencia urinaria). Los músculos del esfínter rodean estrechamente la salida de la vejiga hacia la uretra.
Esquema de la vejiga en la cual se aprecia la desembocadura de ambos uréteres en el trigono vesical. |
La uretra es un pequeño túbulo que participa en la descarga de orina fuera del cuerpo. La uretra femenina es mucho más corta que la masculina (solo tiene unos 4 cm) y es por eso que las mujeres sufren infecciones del tracto urinario con más frecuencia que los hombres, ya que es mucho más fácil que los microbios entren en la vejiga. Cabe señalar que la parte anterior de la uretra alberga siempre algunos microbios que, sin embargo, en condiciones normales de salud no pueden entrar en la vejiga.
¿Qué es la orina?
Los riñones sirven al cuerpo como un "filtro de sangre natural". Todas las toxinas y desechos metabólicos (p. ej., urea y amoníaco) se eliminan con la orina. La orina se produce a través de diminutas unidades de filtración llamadas "nefronas" que se encuentran en la corteza renal. Alrededor del 95% del contenido de la orina es agua. La orina tiene un color amarillo pálido y el olor -determinado por el contenido de amoníaco- puede verse afectado por el tipo de alimento consumido. La cantidad de diuresis depende de muchos factores, en particular de la cantidad de líquidos y alimentos consumidos, así como del nivel de fluidos expulsados del cuerpo por medio de la transpiración (sudoración) y la respiración. Cuando el organismo está deshidratado, la orina es densa y de color oscuro; por el contrario, cuando hay una buena hidratación, la orina es de color claro y más diluida. Hay algunos agentes farmacéuticos que pueden afectar la cantidad de producción de orina. Estos son medicamentos que aumentan la orina (diuréticos) o retienen la orina.
Esquema de la nefrona, unidad básica del parénquima renal y como se produce la orina a través de procesos de filtración, reabsorción tubular y secreción. |
¿Cuánta orina se produce normalmente a diario?
Esto depende en gran medida de la cantidad de líquidos consumidos y de la pérdida de líquidos principalmente a través de la sudoración y la respiración. Así, en verano al haber más pérdida de líquidos del organismo por el calor el organismo produce menos orina, para mantener el equilibrio. Sin embargo, en los adultos la diuresis media diaria oscila entre 1 y 2 litros, según los líquidos consumidos. La poliuria (producción excesiva de orina) es la condición cuando la producción de orina supera los 2,5 l/día. Por el contrario, la oligoanuria es la condición cuando la producción de orina es inferior a 400 ml/día y Anuria cuando la producción de orina se reduce a niveles aún más bajos por debajo de 100 ml/día.
¿Cómo se transfiere la orina a la vejiga?
La orina se produce en el parénquima renal y se acumula inicialmente en la pelvis renal, que es una especie de reservorio. A medida que la pelvis se contrae, la orina se dirige hacia dos túbulos llamados uréteres y se transfiere a la vejiga. Este proceso tiene lugar de forma espontánea (pasiva), es decir, simplemente con la fuerza de la gravedad. Los músculos de las paredes del uréter realizan sucesivos movimientos ondulatorios (contracciones y relajaciones musculares alternas); este fenómeno se denomina peristalsis ureteral y tiene como objetivo forzar a la orina a llegar a la vejiga. Los uréteres miden de 25 a 30 cm de longitud. Gracias a estas ondas peristálticas, pequeñas cantidades de orina se vacían en la vejiga a través de los uréteres casi cada 10 a 15 segundos.
¿Qué sucede si la orina encuentra un obstáculo en su camino hacia la vejiga?
Si la orina encuentra algún obstáculo en su camino hacia la vejiga (p. ej., cálculo renal, estenosis de la unión ureteropélvica o coágulo de sangre en el caso de un tumor hemorrágico pélvico o renal), entonces el riñón se dilata provocando dolor, el conocido "cólico renal". El cólico es demasiado fuerte y el paciente no encuentra una posición para aliviar el dolor. Mientras la orina no encuentra la manera de superar el obstáculo y desbloquear el paso, el cólico permanece. Esa es la razón por la que no se debe consumir agua en el momento del cólico, para evitar aumentar la producción de orina en el riñón. Por el contrario, una vez que se resuelve la obstrucción y cede el dolor, la ingesta elevada de líquidos y la producción de orina ayudan significativamente a llevar arena o pequeños cálculos a la vejiga; de allí estos pueden sacarse más fácilmente, porque la uretra tiene un diámetro mayor que los uréteres.
La dilatación del uréter. |
¿Qué sucede si la obstrucción ureteral se vuelve permanente?
Si la dilatación ureteral y pélvica se mantiene, puede devenir en la pérdida de la función renal del riñón afectado. Esto se suele manifestar por el adelgazamiento del riñón el cual se convertira en un saco que contendrá orina sin filtrar. Otro de los problemas que pueden surgir cuando la orina esta "estancada", es que se produzca una infección del riñón la cual se conocer como pielonefritis. Si ambos riñones están bloqueados, entonces el paciente se verá abocado a una insuficiencia renal, como ocurre en los casos de cáncer de vejiga o de próstata en los que se bloquean los dos orificios ureterales (salidas de los uréteres hacia la vejiga). Si no se hace algo inmediatamente para desbloquear los riñones, lamentablemente el paciente terminará en hemodiálisis o necesitará un trasplante renal.
¿Cómo se almacena la orina en la vejiga y cómo se estimula el proceso de micción?
La vejiga almacena la orina y funciona como un globo que se va llenando lentamente. Si el aparato urinario está sano, la capacidad de la vejiga es de unos 400ml de orina, que se suele acumular en 2-5 horas, siempre en función de la cantidad de líquidos ingeridos. Sin embargo, la primera necesidad de orinar se siente cuando la concentración de orina es de 120-180 ml. Este impulso inicial disminuirá fácilmente porque es solo una simple advertencia. Por el contrario, cuando hay más de 300 ml, la vejiga induce una urgencia miccional persistente. Cuando la orina llena la vejiga, tenemos una sensación intensa y desagradable que nos obliga a detener cualquier actividad y correr al baño. En este punto, la micción se vuelve imperativa. Si retenemos más tiempo la orina y llega a los 600 o 700 ml, entonces la vejiga se contraerá y se vaciará sola por seguridad; se llama micción espontánea.
¿Cómo se controla la micción?
Todo el proceso de la micción está controlado por los nervios situados en la vejiga y por la médula espinal situada en la columna vertebral que envían el mensaje al cerebro de que la vejiga está llena. Gracias a este mensaje podemos sentir cuándo es el momento de orinar. Es en ese momento cuando nuestra necesidad de vaciar la vejiga se vuelve más intensa. Cuando vamos al baño, nuestro cerebro envía señales a los músculos de la vejiga para que se contraigan y transfieran la orina de la vejiga a la uretra. Al mismo tiempo, el cerebro envía señales al esfínter uretral para que se relaje y de esta manera el proceso de micción se lleve a cabo en plena coordinación. Cuando todas estas señales nerviosas se conducen en el orden correcto y existe una coordinación armoniosa entre la vejiga y el esfínter, la micción se lleva a cabo con normalidad y la vejiga se vacía por completo. El esfínter se activa y se contrae de nuevo de inmediato, mientras que la vejiga vacía se relaja automáticamente. ¡Este es un ciclo continuo a lo largo de toda nuestra vida! Cabe señalar que la sensación de orinar no es inducida únicamente por la orina, sino por cualquier estímulo de la vejiga. Por lo tanto, una inflamación de la vejiga induce con frecuencia la sensación de urgencia de orinar, ya que la vejiga no es lo suficientemente "inteligente" para distinguir entre diferentes estímulos.
Esquema de la inervación de la vejiga. Tomado de Dolopedia con fines docentes. |
Dr. Luis Fernando Susaníbar Napurí
Urología y Medicina Sexual
Madrid Urología
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